EL INDULTO AL EX PRESIDENTE DEL PERÚ
- Misael Lopez
- 10 oct 2017
- 5 Min. de lectura

En los últimos días, una serie de gestos políticos, que difícilmente pueden ser entendidos como aislados, ha puesto una vez más sobre el tapete la demanda fujimorista de conseguir la libertad del ex presidente por una vía distinta a la judicial.
Todo empezó con la sugerencia del congresista Julio Gagó, durante una entrevista radial, de que Pedro Pablo Kuczynski incluyese en su discurso de 28 de julio el ofrecimiento de un indulto a fin de lograr una “reconciliación real” entre el futuro partido de gobierno y Fuerza Popular “para poder estar tranquilos y que haya gobernabilidad”. Luego, unas difusas ‘bases fujimoristas’ convocaron, a través de las redes, a una marcha para demandar también la libertad de su ‘líder histórico’ y la llevaron finalmente a cabo el viernes 22, fecha en la que coincidentemente juraban el cargo los integrantes de la representación nacional que se estrena en los próximos días.
El 56% de la población, según la última encuesta de Datum, está de acuerdo con un eventual indulto al ex presidente Alberto Fujimori. Alberto de Belaunde, congresista oficialista, opina que aquello “no es un tema que se tenga que decidir en base a las encuestas”.
La posibilidad del indulto regular está descartada por ley, porque no se permite indulto a sentenciados por secuestro agravado. La única posibilidad que queda es la del indulto humanitario, y en ese supuesto no es relevante lo que digan las encuestas. Lo que tiene que haber ahí es una junta médica que evalúe.
¿Qué tienen en común todos estos hechos producidos en la últimos meses?
Pues que contravienen la promesa que Keiko Fujimori hizo en reiteradas oportunidades durante la campaña de que ni ella ni su partido utilizarían el poder político para conseguir la libertad o un cambio en las condiciones carcelarias del ex presidente.
“El tema del indulto y la libertad de mi padre, hemos dicho claramente, que se darán a través de la vía legal y constitucional, mas no la política”, le dijo a Nicolás Lúcar, el 17 de enero de este año. Y como todos recordamos, el 3 de abril, al final del primer debate presidencial, sentenció: “No utilizaré el poder político para beneficiar a ningún miembro de mi familia”.
PROBLEMAS DE UN INDULTO
Un indulto común a Fujimori traería “complicaciones” respecto a las leyes internacionales, porque fue sentenciado por crímenes de secuestro y lesa humanidad. Si el presidente Kuczynski lo saca por el indulto, tendría problemas serios. Se diría que cometemos una falta porque no lo estamos haciendo dentro del marco de la ley. No es el camino adecuado.
La ley peruana ha prohibido el indulto (y la obtención de beneficios penitenciarios en la reducción de la pena efectiva) para varios delitos graves como el terrorismo, narcotráfico, asesinato agravado y el secuestro agravado. Esa ley fue aprobada en el parlamento del periodo presidencial de García, con todos los votos fujimoristas. Alberto Fujimori ha sido condenado por el secuestro agravado de Samuel Dyer y Gustavo Gorriti. El Presidente no puede indultarlo.
La CIDH ha establecido en el caso Barrios Altos que en caso de graves violaciones a los Derechos Humanos no cabe amnistía, ni indulto. Las penas deben cumplirse.
La única excepción que puede admitirse a los dos enunciados anteriores es un indulto por razones humanitarias. Este, en el Perú, esta reglamentado y restringido a personas con enfermedad terminal o con grave enfermedad que las condiciones carcelarias agraven. Ya se intento el camino del cáncer y se probó que este no existía. De otro lado, las condiciones carcelarias de Fujimori son optimas y únicas. Tiene un establecimiento penal para su uso exclusivo y una atención médica permanente.
A FAVOR DEL INDULTO
Mauricio Mulder, congresista el APRA, en Canal N. "Yo estaría de acuerdo que se aplique el indulto humanitario, no un indulto político a ciegas, sino uno humanitario que correspondería para un humano cuya vida corra riesgo. (...) Pero de ahí a que se convierta en figura de la oposición o un dirigente político importante, eso no lo sabemos, podría ocurrir también".
Rosa Bartra, congresista de Fuerza Popular, en RPP Noticias: "Fujimori está delicado, ha purgado prisión por muchos años. Los terroristas están siendo liberados, sin embargo, él sigue en prisión. Usando la prerrogativa que él tiene y que no requiere ningún otro requisito más que su voluntad, espero que lo indulte".
Roberto Vieira, congresista independiente, en RPP Noticias: "Me ha dado mucha tristeza verlo después de 4 años en ese estado. Ya es hora de que el presidente Kucszynski le indulte, no es justo que el expresidente muera en la cárcel".
EN CONTRA DEL INDULTO
Mario Vargas Llosa, nobel de Literatura y excandidato presidencial, a Somos: "Ese señor [Fujimori] debe cumplir su condena hasta el final. Y creo que no solo sería una gran injusticia que Kuczynski lo soltara, sino que sería una gran traicióna esos miles de electores que votamos por él, (...) estaría negándose a sí mismo".
Avelino Guillén, ex fiscal supremo, al diario La República: "Acá lo que se quiere es eludir el cumplimiento de la ley, como si el señor Kuczynski fuera un emperador, un rey. Conceder un indulto violando la ley es inaceptable en un Estado democrático de derecho. (...) Por lo que se ve, este es un indulto de carácter político".
Marisa Glave, congresista del Nuevo Perú, a Diario Uno: "Fujimori está preso porque fue cómplice de un grupo paramilitar que operó con el respaldo del Estado peruano, del gobierno del señor Alberto Fujimori, que secuestró, torturó y desapareció (...) No hay indulto presidencial posible para este tipo de delitos".
Gerónimo López, secretario de la Confederación General de Trabajadores del Perú: "En vez de pensar en un indulto, debe reclamarle a Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos que paguen su reparación civil, que bordea los 1500 millones de soles; y que devuelvan los 6000 millones de soles que faltan en el erario nacional del remate de las empresas estratégicas del Estado".
EL ex presidente Alberto Fujimori, no debe salir de la cárcel, porque su indulto significaría un monumento a la impunidad. Fijaría un mal precedente y los problemas a la democracia se agravarían más, porque también otros presos de graves delitos exigirían el indulto. De otro lado los delincuentes, narcotraficantes y políticos corruptos, tendrían un antecedente inmediato en el cual ampararse.
Se puede dialogar con la sensatez, con la cordura. No se puede ni se debe dialogar con el delito, la bravuconería y la farsa. Si Pedro Pablo Kucinsky, piensa que por ser viejo se olvidaran de él pronto; se equivoca, porque hay honra en vida y también hay honra después de la vida, o sea después de muerto. Aquel que muere como un traidor, farsante y mentiroso, como tal es recordado, ése es su legado. Un ejemplo es Alberto Fujimori, mintió, engañó y traicionó, esa es la herencia que le dejó a sus hijos.
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